Acompañado de mi gran amigo, compañero y artista Luis Rosell en una obra conjunta durante nuestros estudios en Bellas Artes de Sevilla.

ARTE Y TRABAJO

Hoy celebramos el Día Internacional del Trabajo y mi reflexión la dedico al trabajador de sectores tan desfavorecidos como el arte y la cultura, a pesar de ser un activo fundamental en el progreso de la sociedad. Un mercado laboral precario que me impulsó a desempeñar mi carrera profesional en la publicidad y comunicación, mientras me licenciaba en Bellas Artes.

Veo que eres artista. Me gustáis los artistas; pena que nos seáis útiles una vez muertos.

Durante una reunión reciente con un directivo de un museo de renombre, de cargo político, me sonrió y comentó: «Veo que eres artista. Me gustáis los artistas; pena que nos seáis útiles una vez muertos». Esta frase, de pretensión divertida y cordial, no solo refleja una percepción desafortunadamente común sino también la realidad, confirmando la urgencia de reivindicar el arte como activo necesario en la transformación social.

El arte y los artistas son apreciados en retrospectiva principalmente por el valor patrimonial y por el mercado del arte, más que por el arte en sí. Reconocer y apoyar la contribución de artistas actuales y emergentes en la construcción de la sociedad, en tiempo real, es el verdadero sentido que nos mueve a muchos a desnudarnos, mostrando nuestra interpretación del mundo interior y también el compartido.

Es paradójico que el mercado del arte haya tardado décadas en reconocer la fotografía como una forma artística legítima y que, incluso hoy en día, se le siga considerando un arte menor. Esta postura es absurda, en mi opinión, tras la aceptación de «Fuente» de Duchamp, que transformó un urinario en una pieza de arte reconocida mundialmente, un momento para mí fundamental, si no el que más, en la Historia del Arte.

No tiene sentido que un mercado que acepta la reinterpretación de objetos cotidianos niegue la utilización de estas herramientas en el proceso creativo.

La evolución hacia la creación de obras digitales ha inaugurado una nueva era que no solo facilita el surgimiento de formas artísticas innovadoras, sino que también establece conexiones vitales con las nuevas generaciones y promueve la rápida difusión de perspectivas diversas, cruciales para abordar los complejos desafíos de nuestra sociedad. Estas herramientas, incluyendo la inteligencia artificial, representan una oportunidad sin precedentes para creadores y artistas, permitiéndoles explorar nuevos campos expresivos y adoptar enfoques multidisciplinarios. Esta expansión de medios y métodos disponibles enriquece la práctica artística, permitiendo a los creadores no solo reinterpretar lo cotidiano, sino también innovar en cómo se expresa y se experimenta el arte. No tiene sentido que un mercado que acepta la reinterpretación de objetos cotidianos niegue la utilización de estas herramientas en el proceso creativo.

Pues el arte, y esto es una opinión o sentimiento muy personal, no reside en la herramienta utilizada sino, tal vez, en la visión del artista y especialmente en la resonancia emocional que provoca en el espectador.

El arte no se aprende; el arte es, existe. A veces se materializa y fluye, y se siente; o no.

#DíaInternacionalDelTrabajador

ART AND WORK

Today, as we celebrate International Labour Day, I would like to dedicate my reflections to workers in sectors as disadvantaged as the arts and culture, despite the fact that they are a fundamental asset for the progress of society. A precarious labour market that led me to pursue a career in advertising and communications while studying fine arts.

I see you are an artist. I like you artists; it’s a pity you won’t be any use to us once you’re dead.

During a recent meeting with a director of a prestigious museum with a political position, he smiled at me and said: «I see you are an artist. I like you artists; it’s a pity you won’t be any use to us once you’re dead». This sentence, with its amusing and heartfelt pretension, reflects not only an unfortunately common perception, but also a reality that confirms the urgency of defending art as a necessary asset in social transformation.

Art and artists are valued in retrospect mainly for their heritage value and the art market, rather than for the art itself. Recognising and supporting the contribution of current and emerging artists to the construction of society, in real time, is the true sense that moves many of us to undress and show our interpretation of our inner and shared world.

It is paradoxical that it took decades for the art market to recognise photography as a legitimate art form, and that even today it is considered a minor art. In my opinion, this position is absurd after the acceptance of Duchamp’s «Fountain», which transformed a urinal into a globally recognised work of art, a pivotal moment for me, if not the most pivotal moment in the history of art.

It makes no sense for a market that accepts the reinterpretation of everyday objects to deny the use of these tools in the creative process.

The evolution towards the creation of digital works has ushered in a new era that not only facilitates the emergence of innovative art forms, but also creates vital links with new generations and promotes the rapid dissemination of diverse perspectives that are crucial to addressing the complex challenges facing our society. These tools, including artificial intelligence, provide an unprecedented opportunity for creators and artists to explore new forms of expression and multidisciplinary approaches. This expansion of available media and methods enriches artistic practice, allowing creators not only to reinterpret the everyday, but also to innovate in how art is expressed and experienced. It makes no sense for a market that accepts the reinterpretation of everyday objects to deny the use of these tools in the creative process.

For art, and this is a very personal opinion or feeling, lies not in the tool used, but perhaps in the artist’s vision and, above all, in the emotional resonance it evokes in the viewer.

Art is not learned; art is, it exists. Sometimes it materialises and flows and is felt; sometimes it is not.

#InternationalWorkersDay