ESTACIÓN KRIPTIES GENALGUACIL

1. Jardines del visir: ecosistema en constante transformación

En lo alto del valle, Genalguacil despliega su nombre ancestral, Genna-Alwacir, “jardines del visir”, como un susurro de agua entre rocas y pinceladas de fama en cada pared empedrada. Aquí, la naturaleza y el arte laten al unísono, creciendo en armonía, mutando al compás del viento y nutriendo la mirada de quien pasea sin prisa.

  • crecer: los brotes de musgo y líquenes abrazan las piedras milenarias, igual que nuevas intervenciones artísticas aferran sus raíces al corazón del pueblo.
  • mutar: cada exposición deja de ser un instante fugaz para convertirse en recuerdo vivo; las esculturas y murales, al igual que la corteza del alcornoque, se transforman con el paso de las estaciones.
  • nutrir: la conversación entre vecinos, creadores y visitantes alimenta la savia de un organismo colectivo, donde cada gesto se convierte en pócima para la imaginación.

Kripties Fundación se reconoce en este jardín sin límites: un organismo vivo que germina en la intersección de lo físico y lo digital, donde cada proyecto brota y florece, renovándose con la fuerza de la comunidad.

“Así como Genalguacil renueva su savia con cada estación, en Kripties cultivamos ideas que florecen en mil formatos para nutrir el espíritu creativo.”

2. Museo vivo: galería al aire libre

En Genalguacil el arte no se cuelga: te desborda. Las piezas también salen a la calle, toman sol y sombra, y hacen del paseo una exposición sin paredes. La localidad entera es la sala: museo, fachadas, plazas y fuentes en diálogo con la naturaleza y el vecindario.

Hoy hablamos de ese latido abierto. De una colección que se ha tejido obra a obra con los Encuentros de Arte y que ya ronda las 250 piezas repartidas por el casco urbano. Un museo vivo, en tránsito, que crece con cada edición y con cada conversación vecinal. 

Para Kripties Fundación, este modelo es método: obra situada, escucha atenta, cuidado del lugar. El arte no llega “a” Genalguacil, sucede “con” Genalguacil. Esa es la medida.

Un museo a cielo abierto donde cada esquina es un comienzo.

3. Genalguacil es comunidad que crea.

Aquí el arte no llega, se hace con su gente: abrir una puerta, compartir un café, escuchar una historia. Para quien crea, convivir con el pueblo no es logística, es método. Por eso las obras nacen de conversaciones y se quedan en las calles, como memoria compartida.

En Kripties creemos en el arte que incluye, integra y transforma. Genalguacil es nuestro hogar.

 

Así, en Genalguacil, en esta noche de azul profundo, la sierra baja el volumen y todo se vuelve escucha: la torre vela, las casas respiran, el Genal murmura. En esa penumbra que invita, Kripties Fundación reconoció su propio propósito: acompañar con arte, alumbrar comunidad.