DÍA MUNDIAL DEL REFUGIADO
Hoy, 20 de junio, se conmemora el Día Mundial del Refugiado. Pero ¿y si en vez de celebrarlo, lo escucháramos? ¿Y si en vez de pasar página en las redes, decidiéramos pararnos un segundo… y mirar a los ojos del exilio?
¿Y si el arte fuera el único refugio?
No hace falta que te lo diga: vivimos tiempos convulsos. Gaza arde, Irán reprime, millones de personas huyen —literalmente— por salvar la vida, por tener voz, por poder ser. Según datos de ACNUR, hay más de 110 millones de personas desplazadas forzosamente en el mundo. La mayoría no volverá jamás a su hogar. ¿Te lo imaginas?
En Kripties Fundación no sólo lo imaginamos: lo escuchamos, lo traducimos en exposición, lo apoyamos desde el arte. Porque si algo hemos aprendido es que el arte es a menudo el único refugio posible cuando todo lo demás ha sido destruido.
En Irán, por ejemplo, una artista —cuyo testimonio recogimos en “Muros de piedra, seda y miedo”— nos confesó con crudeza que “en Irán no se vive, se sobrevive”. Su testimonio no necesita adornos: fue suficiente con escucharla. Fue suficiente para saber que su obra merecía espacio, respeto y difusión.
En Gaza, en pleno genocidio silencioso, seguimos buscando artistas que sigan creando en los márgenes del miedo, donde la belleza se convierte en resistencia. ¿Y sabéis qué? Muchos no quieren hablar con palabras: lo hacen con imágenes, con canciones, con cuerpos que bailan aunque tiemble el suelo.
Desde TransArte, damos voz a esos cuerpos, a esas miradas, a esos gritos que el algoritmo no deja subir. Nuestra misión es arropar a artistas foráneos como Maryam S., que pinta el exilio desde Turquía, o Mohamed H., fotógrafo sirio que perdió una pierna y ganó la certeza de que el arte era su venganza poética contra la guerra.
La UNESCO lo recuerda hoy con claridad: “Los refugiados no sólo huyen, también aportan”. Cultura, memoria, creación. Pero necesitan algo más que palmaditas en la espalda. Necesitan espacio, redes, medios, complicidad.
¿Y si este año no sólo compartimos un post conmemorativo?
Abramos nuestro espacio en nuestras redes, en nuestras agendas, en nuestras salas. En Kripties lo estamos haciendo.
WORLD REFUGEE DAY
Today, June 20th, we observe World Refugee Day. But what if, instead of just commemorating it, we truly listened? What if, instead of scrolling past it on social media, we paused for a moment… and looked exile straight in the eyes?
What if art were the only refuge?
I don’t need to tell you—we live in turbulent times. Gaza burns, Iran represses, and millions flee—literally—for their lives, for a voice, for the chance to simply be. According to UNHCR data, more than 110 million people have been forcibly displaced worldwide. Most of them will never return home. Can you imagine that?
At Kripties Foundation, we don’t just imagine it—we listen to it, translate it into exhibitions, and support it through art. Because if there’s one thing we’ve learned, it’s that art is often the only possible refuge when everything else has been destroyed.
In Iran, for instance, an artist—whose testimony we featured in “Walls of Stone, Silk, and Fear”—told us plainly: “In Iran, you don’t live, you survive.” Her words needed no embellishment: listening was enough. Enough to know her work deserved space, dignity, and visibility.
In Gaza, amid a silent genocide, we continue to seek out artists who create from the edge of fear—where beauty becomes resistance. And you know what? Many of them don’t want to speak in words. They speak through images, through songs, through bodies that dance even when the ground trembles beneath them.
Through TransArte, we amplify those bodies, those gazes, those screams that algorithms won’t allow to surface. Our mission is to support international artists like Maryam S., who paints exile from Turkey, or Mohamed H., a Syrian photographer who lost a leg and gained the certainty that art is his poetic revenge against war.
UNESCO reminds us today, loud and clear: “Refugees don’t just flee—they contribute.” Culture, memory, creation. But they need more than a pat on the back. They need space, networks, tools, solidarity.
So what if this year we do more than just post about it?
Let’s open space—in our platforms, in our calendars, in our galleries. At Kripties, we already are.
